TLC: EMPEZÓ CARRERA CONTRA EL TIEMPO

El Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos finalmente fue ratificado por el senado norteamericano. Ahora la labor del Gobierno Central deberá centrarse en la implementación del acuerdo y en la aplicación de los subsidios, a fin de que sectores sensibles como el agrícola, no terminen sepultados por la competencia extranjera. En realidad, este es un tema central, puesto que la reconversión del agro peruano (es decir, su fortalecimiento en tecnología y recursos humanos capacitados) es una tarea de largo plazo que aún no comienza. Se ha iniciado, pues, una dolorosa carrera contra el tiempo: la de los agricultores para cambiar sus líneas de producción orientándose a la agroexportación y la de los campesinos dedicados a la producción de autoconsumo, para ver cuánto demoran en dedicarse al cultivo de la coca. Ambas opciones tienen ya sus espacios de desarrollo. De un lado, la propuesta del presidente García para que las comunidades puedan vender tierras más fácilmente; promoviendo la concentración de la propiedad agraria. Y, del otro, el crecimiento del narcotráfico, lo que se ha vuelto –desgraciadamente– una opción para los campesinos más pobres ante una crisis agrícola en ciernes. En todo caso, el TLC ya es una realidad y los próximos años nos dirán quien ganará esta carrera. En el corto plazo, el Ministerio de Agricultura debería asumir el reto que le corresponde; por ejemplo, en créditos para los productores, promover la titulación de tierras y la regulación y descontaminación de las aguas. Asimismo, el monto de las compensaciones para los productos sensibles también merece una seria revisión. El fondo estimado no se condice con la realidad del agro peruano. Empieza una nueva era comercial para el país y está en manos de las autoridades procurar que su aplicación se dé a favor y no en desmedro de los agricultores y de las mypes de los distintos sectores productivos del país.