sábado, 15 de diciembre de 2007

HUGO CHAVEZ Y FUJIMORI



El rechazo del pueblo venezolano a las propuestas constitucionales del presidente Hugo Chávez ha salvado a ese país de una grave polarización política, por el momento. En el referéndum se sometió al pueblo varias propuestas controversiales, siendo la más grave el intento de establecer la reelección permanente del presidente. Hoy ese país hermano se encuentra gobernado por un régimen autoritario que recuerda al del presidente Alberto Fujimori en varios momentos de su prolongado mandato. Al igual que el hoy procesado gobernante, Chávez también convocó a una asamblea constituyente y elaboró una constitución a su medida. Otra característica común es que ambos crearon sistemas políticos en los que se mantiene un férreo control de todos los poderes del Estado. Asimismo, ambos mandatarios gobernaron con las Fuerzas Armadas, la cual fue politizada y alineada con el presidente (produciéndose ocasionales disidencias militares, en ambos casos). A consecuencia de la falta de controles, la corrupción crece y adquiere dimensiones inmensas. Finalmente, ambos intentaron perpetuarse en el poder. La diferencia es que Fujimori escogió el camino del fraude y terminó como el primer presidente sometido a juicio por sus responsabilidades en la corrupción y la violación a los derechos humanos; mientras que Chávez, de momento, respeta el veredicto popular. Obviamente, la principal diferencia está en las abismales diferencias políticas entre ambos gobernantes. Sin embargo, más allá de las divergencias de discurso y políticas, la búsqueda del poder absoluto conduce a situaciones de grave crisis política y económica. Así concluyó el mandato de Fujimori, en medio de una recesión, un forado millonario y una crisis institucional sin precedentes. Mientras que en Venezuela, pese a los petrodólares, la economía hoy da signos de severo quebrantamiento. Estos son los resultados de liderazgos autoritarios y mesiánicos. Es por eso que existe la democracia, para mantener y respetar los derechos de los ciudadanos en el marco de un sistema pluralista que reduzca realmente las desigualdades en la distribución del ingreso.

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